
Había una vez una manzana muy colorada, y había un gusanito que vivia en su interior.
Era el gusanito más alegre del mundo y le encantaba contar anécdotas, y le encantaba inventar las historias màs ìncreibles del mundo. Y cada vez que él contaba sus cuentos alegres se llenaba de gente(mejor dicho, de animales), que abajo del manzano lo escuchaban hablar y se morían de risa.
La vida era un paraíso alrededor de su arbol.
Un día apareció un bicho que él no había invitado a su sesión de cuentos. Y se quedó mirando torcido al gusanito prestando atención maquinando.
Apenas le vio la cara el gusanito penso; "¡Acá pasa algo raro!"
¡Y así fue, nomás!
Pocos días después sintió que su casa temblaba, después oyó un chasquido y se dio cuenta de todo: su manzana y él habían sido cortados del arbol.
Enseguida notó que se lo estaban llevando de allí (en un viaje que él no quería hacer).
"¡Hoy aquí, mañana allá!" , pensó.
Y así, minutos después vio que estaba a punto de entrar en la boca de otro bicho que nunca había visto antes.
Entonces pensó: "¿Será que este tipo no vio el cartel clavado en el tronco del manzano?" "prohibido comer la manzana" decía el cartel.
Tal cual. O no lo había visto o no tenía muchas ganas de obedecer.
Entonces comprendió que estaba casi perdido y tomó sus precauciones: sacó su cabecita por la ventana y gritó con todas sus fuerzas: "¡Está ocupado!".
En respuesta oyó una voz que gritaba: "¡Puajj...tiene un gusano!"
Y la manzana salió volando por el aire.
Y gracias al gusanito el Hombre no comió la manzana, y todos fueron felíces para siempre.
Esta historia me la contó el propio gusanito, pero tengo al sospecha de que fue él quién la inventó.